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Barricadas /San Cristobal/ estado Táchira |
Enviado por GABRIEL OMAR TAPIAS
Cuando entras a la WEB, en búsqueda de lo que es
una barricada, encuentras “Una barricada es un parapeto improvisado que se hace con barricas,
carruajes volcados, palos, piedras, etc. Sirve para estorbar el paso al enemigo y es de más uso
en las revueltas populares que en el arte militar” ( diccionario
enciclopédico popular ilustrado Salvat).
En estos días del 14 de febrero al 14 de marzo, el concepto de
parapetos parece modificarse y se agrega a parapeto: los cauchos, la basura,
alambres de púas, la quema y una que otra pancarta. Como objetivo o arte militar,
esta palabra en Venezuela asume importancia, se convierte en lugar para tumbar
gobiernos, se amplifica el bochinche a través de los elementos mediáticos, para
subsanar, según el propio Henrique Capriles Radonski, “la falta de pueblo”.
Según LORENA EVELYN ARRÁIZ, en envío especial para EL UNIVERSAL las situaciones de mayor violencia,
con más presencia de barricadas, en la ciudad de San Cristóbal, luego de un mes
de la quema de ciudad, “se dan en: Pueblo
Nuevo, Pirineos, Las Acacias, La Rotaria”. Estos lugares, muestran una
analogía con el Este de Caracas, allí predomina la población de mayor poder
adquisitivo y empleados del estado. En el resto de los municipios, incluyendo
áreas del sector metropolitano y un 80 % de la ciudad, duermen un silencio y una
tranquilidad preocupante, que varía entre no querer y no poder trabajar. Según los
sectores pudientes, por allí en los barrios pobres de la ciudad se guarecen los
famosos colectivos. Sin embargo, en El Cobre, La Grita, La Fría, usted pregunta
por el nombre de una persona que forma un colectivo y no saben ni que es eso. Como
elemento didáctico un puede acudir a la WEB y puede darse cuenta que, un
colectivo es una agrupación de carácter político que creó la fallecida Lina
Ron, para un mejor bosquejo del asunto, veamos el juicio del Presidente Chávez
sobre ello- En opinión emitida a Venezolana de Televisión, el 8 de febrero del
2009, el presidente Chávez en su visita al estado Falcón, reiteró que
no permitiría que grupos que se hacen llamar revolucionarios “reten a todo el
mundo” con amenazas de muerte, refiriéndose de nuevo al colectivo “La
Piedrita” y la dirigente chavista, Lina Ron, dijo. “No podemos permitir que la fulana Piedrita esa se convierta en un estado,
en un grupo de terroristas que andan amenazando de muerte”, dijo el primer
mandatario, al tiempo que reiteró que el líder del colectivo del 23 de Enero
debería estar “preso”.
“Ese
caballero de “La Piedrita”, ese, hay que meterlo preso, porque eso no se puede
permitir”. En el
año 2002, en la época del golpe, los ricos de Caracas y clase media, en un
cerco mediático creado por ellos mismos, decían protegerse en sus casas de los
“Círculos Bolivarianos”, en verdadera paranoia esperaban, temían, aseguraban,
que sus casas iban a ser saqueadas, los Círculos nunca llegaron, pero ello fue
uno de los argumentos más poderosos que esgrimía cualquier ama de casa o niño
de estos lugares, como testimonio de ¿porqué se tumbaba a Chávez?. En estos
días de febrero y marzo del 2014, se repite la historia. Ante la falta de
sindéresis, los constructores de barricadas, los tres pendejos que defienden
las barricas, en el caso que haya alguno, se inventaron “los colectivos”. “los Guardia Nacionales
Cubanos”. Pero la paranoia va más allá, las doñas, algunas
abuelas, al rato de rezar un padre nuestro o un ave María, luego de decir que Dios es
el único que trae la Paz, enjuician a los ]Guardias Nacionales y
justifican sus muertes, acusándoles de protectores de los colectivos. Como la
sin razón y la falta de argumentos les acompaña para justificar su violencia, dicen,
que las barricadas son un medio para protegerse de los colectivos, ese mensaje
etéreo, ligero, grácil, se lo venden a nuestros hijos, por la falta de evidencias que justifique
su paranoia y de no permitir la asistencia los niños a clase, reunirse
con sus amiguitos, del patinaje, de la natación, del canto, del libre tránsito para poder visitar la
abuelita, salir al parque; su falta de argumentos sólo oculta su máscara de
violentos. Al pasar mi esposa, mi hija de 4 años, por una barricada que dividía
el Barrio Libertador del Sineral, tres jóvenes vociferaban, entre ellos, uno con cabilla
de un metro entre sus manos, cabilla que intimidó a mi hija y que el utilizaría
para matar algún colectivo si se le apareciera, en su discusión y mentes
poco sagaces, cruzaban opiniones sobre el posible ataque, en un
símil a sus videos o juegos violentos de GTA Vice City. Los violentos, ante
la incomprensión de sus pequeños hijos y nietos, madres irresponsables, padres
irreflexivos, explican su participación en la barricadas, una de la guerra de
las galaxias, muy en boga en los videos de los niños. Mientras se les
impide el derecho a la educación y a la recreación, los pequeños se fastidian de
aburrimiento, ya no creen en las pendejadas que les dicen. Ante ninguna
explicación plausible, ante no poder explicar su frustración ante tanta derrota
continua, de elección, tras elección, pues lo más fácil es crear un enemigo y
con pinzas sacan “los Colectivos” y sus símiles con los juegos GTA Vice City, “colectivos”
que harían la contra parte de su juego macabro. Pero ¿Quién construye las
barricadas?. En San Cristóbal, Cordero, Palmira y Rubio, lo iniciaron personal
de las alcaldías, propios policías municipales, lideres derrotados como el señor
Cesar Pérez Vivas, William Méndez y buscadores de futuros curules políticos;
luego de ello se sumaron amas de casa, unas colocaron carteles “fuera cubanos”
“abajo los Comunistas” “donde está la harina pan” y otros argumentos sin
profundidad somera.
Otros sacaron sus cachivaches viejos, basura madera; algunos se asomaban
y corrían a donde la gente se reunía y creían fervientemente que ahora el país sería
una gran llamarada y los chavistas, ganadores recientes del más del 75 % de las
alcaldías del país por más de un millón doscientos mil votos, definitivamente
caerían. Uno o una sacaron de sus bolsillos sus fósforos y prendieron fuego a
una barricada, luego otra, aquí y mas allá, hasta que la ciudad al igual que
Roma hace 2000 años, ardió, la incendiaron, la chamuscaron. Como danza
de triunfo tocaron cacerolas, bailaron, afloraba en ellos sus sentimientos encontrados,
entre ser y no ser.
Sobró la viejita y la beata que gastaron tantos velones,
creyendo que el milagro de que desaparecieran los chavistas, había llegado.
Pasaron estos días y ya cada vez son menos los guarimberos, ya sólo quedan, al
igual que al inicio, la gente paga de la Alcaldía de San Cristóbal. Pero “la fiesta debe
seguir”, me decía en viejos tiempos, mi viejo amigo Hermes Contreras; él,
hacia esa referencia ante una costumbre de los pueblos de montaña, cuando
alguien fallece, allí es rutina que se dé miche, chicha, pasteles, comida en
bojote, como para demostrar ante el difunto, que se le quería y se le apreciaba
y de esa manera se fuera tranquilo por los caminos de Dios. Ël me contaba, en broma, que pasado los ochos
días de velatorio, para continuar la parranda del muerto, se mataba otro. En
estos días de apagamiento de las barricadas, los dirigentes de estas quemas, viejas
desconsoladas al ver apagar sus propósitos buscan hacer bochinche para seguir
la fiesta y, así matan a un inocente estudiante, para avivar el fuego, para que
continúe su fiesta. Sin más, ni menos, como los colectivos eran etéreos y no
tenían forma, ni cuerpo, en días antes, de la muerte del joven, los opositores
violentos comandados por Ceballos y sus asesores, empiezan a manejar por las
redes sociales, que ahora Iris Varela, Comanda los famosos “pranes” de la
penitenciaria de Santana los cuales saldrán a cobrar venganza. Ante esas
opiniones que aviva los oídos de los nerviosos violentos, de repente sucede un
acto contundente, es asesinado un inocente- Ceballos no puede pasearlo por la
ciudad en recorrido macabro, no puede hacer el shock que montó con otro de los
fallecidos en estas horas de violencia y, siente que las cosas no le están
saliendo bien.
Esperamos que el estado venezolano no sea compasivo ni con esta
muerte, ni con la de Gisella Rubilar Figueroa, de 47 años de edad y
nacionalidad chilena, la cual murió hace
dias en la noche luego de haber pasado 24 horas luchando por su vida, tras
recibir un tiro en la cara cuando, junto a otros vecinos merideños, quitaba
escombros y basura en una barricada colocada en intersección de la avenida Los
Próceres, sector Pie de Tiro en la ciudad de Mérida. El suceso ocurrió entre la
noche del sábado y la madrugada del domingo pasado. Los disparos provinieron de
encapuchados que antes horas colocaban barricadas. Para las viejas beatas, sus oraciones
no alcanzaran para Gisella. La Guardia Nacional, la policía, desmontaran de las
calles las barricadas físicas, pero hay barricadas de pasiones que hay que desmontar, estas últimas,
son las más peligrosas.
En ello la MUD y Maduro tienen un duro trabajo- Maduro tiene
que tumbar de los suyos su violencia silenciosa construida por la ineficiencia
y la falta de democracia interna y así
ver la posibilidad de construir un país mejor, un país que soñamos los
chavistas. La MUD debe entender que debe parar en algunos de los suyos, sus acciones
violentas y anticonstitucionales y, concretar estrategias, planificación y
organización necesaria, para que electoralmente se llenen de pueblo y puedan
sacar a sus partidarios de tanta
frustración acumulada en una continuada derrota, lo que les lleva a ahorcar
muñecos rojos, (Símil de un chavista) de los postes en donde construyen sus
barricadas. La oposición violenta e
igualmente la gente del gobierno, debe analizar las palabras del ministro Miguel
Rodríguez Torres, como inicio de una nueva estrategia, en búsqueda del deseado triunfo electoral, o de
la permanencia en el poder, el cual, durante el encuentro de paz en el Táchira,
aseguró, "debe prevalecer el respeto
a la diversidad política y de pensamiento para que entre todos, podamos vencer
la violencia y fomentar la tolerancia entre toda la población…” y como nos
diría el comandante “la construcción de una patria solidaria”. Quizás entonces, a partir de ello podremos
empezar a borrar los más hondos sentimientos de la miseria humana, de las
cuales el hombre busca deslastrarse desde hace millones de años. Las barricadas
físicas son sinonimia de debilidad de
fuerza popular, pero lo más peligroso es
que ellas representan el icono de nuestros pensamientos, escondidos en lo más
profundo de nuestras miserias.
La miseria Humana, que las llamadas elites,
decían en el 2002 que pululaba en los sectores pobres de Caracas y que en las últimas
horas acusan a los Pranes de las cárceles, sobra y recorre las mentes, de
aquellos, que con sus hijos colaboraron con un papelito, un cabilla, una silla,
un caucho para construir las barricadas, que físicamente cobraron las vidas de
muchos venezolanos. Ojalá puedan dormir tranquilos, ojalá encuentren paz en sus
rezos o una estrategia que borre de la historia de San Cristóbal, aquel día de febrero del
2014, en donde con su granito de arena, lleno de violencia y frustraciones
reprimidas, quemaron la ciudad.
Publicado por Yadira Gonzalez / Comunicadora popular
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