Sistema económico – militar que se utiliza para realizar
acciones ilegales, operaciones especiales y controlar sectores de la población.
El paramilitarismo se caracteriza por su relación no oficial con el estado y
las fuerzas armadas, sin embargo, no es un cuerpo militar con status legal. El paramilitarismo
tiene como objetivo el control por la vía de la fuerza militar de la economía formal,
informal, e ilícita de la zona donde se ubica.
Su ideología nace del sistema capitalista, que requiere de
unas fuerzas paramilitares que no están sujetas al control del Estado ni la ley
para ejecutar acciones criminales
necesarias para mantener su funcionamiento. Los grupos paramilitares actúan como
un estado paralelo e influyen en todos los aspectos de la vida social, ideológica,
cultural, económica y política, utilizando la violencia, el asesinato y el terror
psicológico para dominar aquellos que se
oponen a su dominación territorial.
El paramilitarismo se diferencia de los grupos mafiosos clásicos
por la politización de sus actividades y la pretensión de tener un control hegemónico
sobre las zonas bajo su mando. También se involucra en la actividad mercenaria
por sus objetivos económicos y su creencia firme en una ideología ultraderechista.
Sin embargo, el paramilitarismo también puede ejercer actividades mercenarias a
cambio a cambio de una compensación privada o política. Adicionalmente, se
involucra y controla gran parte de las redes del narcotráfico en el mundo.
En América Latina, el paramilitarismo esta fuertemente
activo en Centro América y Colombia. Como parte del plan Colombia, el
paramilitarismo ha sido incorporado dentro del Gobierno colombiano de Álvaro
Uribe, para legitimar sus actuaciones y
posturas extremistas. Uribe llego al poder
en Colombia debido a sus conexiones con el paramilitarismo, agrupado
bajo la organización Autodefensas Unidas
de Colombia (AUC). La mayoría de los jefes paramilitares recibieron su
entrenamiento en instituciones militares
estadounidenses, como la Escuela de las Américas (SOA).
En mayo del 2004, 156 paramilitares colombianos fueron
detenidos en Caracas, en una finca del opositor Robert Alonso. Tenía como objetivo
ejecutar un plan de asesinato contra el
Presidente Chávez y otros altos funcionarios
del Gobierno Venezolano. Los paramilitares detenidos confesaron el plan
de magnicidio, fueron enjuiciados y encarcelados en Venezuela, para luego ser
deportados a Colombia en septiembre 2007.
Venezuela también tiene
una presencia paramilitar en las zonas fronterizas con Colombia que ha
ido creciendo durante los últimos años durante el Gobierno de Álvaro
Uribe. Particularmente presentes en el
estado Táchira y Zulia, en algunos pueblos fronterizos, como San Antonio, San Cristóbal
y Rubio, los paramilitares han obtenido control de las poblaciones , forzándolas
a vivir bajo un régimen de terror.
La CIA recluta paramilitares para realizar operaciones
especiales en países de interés estratégico. En la sección de carreras en su página
web, la CIA destaca su búsqueda para el cargo de paramilitar.


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